El Maestro Usui decía que todas las partes de nuestro cuerpo irradian energía, especialmente las manos, los ojos y la respiración. Para curar con los ojos, primero hay que relajarse y dirigir la mirada al vacío. Mirar fijamente a alguien es agresivo y una mirada agresiva no puede curar ya que está desprovista de paz y amor.

Una forma de practicar esta técnica es colocar una flor o un cristal a unos 50 cm de nuestros ojos e intentar ver a través del objeto, sintiendo que es el objeto el que nos observa y no nosotros al objeto.

A continuación, le indicamos cómo practicar:

1º Selecciona la zona del cuerpo del paciente a tratar y mira esta zona

Permítete estar relajado mientras mantienes la intención de transmitir la energía con la mirada

3º Si surgen otros pensamientos, simplemente vuelve a centrar tu atención en algo que te devuelva al momento presente

4º Repite esta técnica tantas veces como creas necesario