Normalmente, el terapeuta multidimensional se da cuenta del final de una sesión de Terapia Multidimensional cuando deja de sentir una conexión con los equipos de Seres de Luz que están en ese momento trabajando con el cliente. La sensación es similar a la de estar con los ojos cerrados en una habitación con la luz encendida y que alguien apague la luz, es decir, aunque los ojos estén físicamente cerrados se puede percibir la reducción de la luminosidad ambiental.
Cuando el terapeuta se concentra en el corazón, sintiendo la intensa energía de amor de los Seres de Luz, siente una luminosidad especial. Cuando se van, esa luminosidad desaparece.
A veces, no sólo el terapeuta multidimensional es consciente del final de la sesión, sino también el cliente, que en numerosas sesiones me ha dicho que sintió un enorme destello de luz blanca que se apagó por completo al momento siguiente. ¡Lo veo como una despedida de los Seres de Luz a lo grande! 🙂